Fuente: ARAP

En días recientes se celebró en Bruselas una mesa técnica entre la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) y la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea (DG MARE), como parte de una iniciativa orientada a fortalecer el diálogo técnico en materia de gobernanza pesquera.

Este espacio permitió revisar, junto al equipo técnico de la Comisión, los principales ejes relacionados con el control de la flota, los procedimientos sancionatorios, la trazabilidad del producto, el cumplimiento de las normas internacionales y la cooperación con terceros países.

Durante las sesiones se analizaron y revisaron registros operativos dentro de los sistemas implementados para el monitoreo de transbordos, desembarques y demás actividades de la flota. Esta revisión permitió constatar que las herramientas desarrolladas por la autoridad panameña son funcionales y cumplen con el objetivo de documentar y dar seguimiento a las operaciones pesqueras.

La Comisión reconoció la utilidad de estos sistemas, destacando a la vez la importancia de asegurar su aplicación uniforme, de modo que reflejen un control efectivo y consistente en toda la flota. Asimismo, se compartieron los compromisos institucionales en curso, incluyendo la hoja de ruta para el nuevo sistema nacional de trazabilidad pesquera y el diseño de un programa de inspecciones permanentes en plantas procesadoras destinadas a la exportación. Ambos proyectos fueron presentados como parte del trabajo que Panamá impulsa para fortalecer sus capacidades de control y vigilancia.

El principal valor de esta mesa técnica fue haber definido una ruta de trabajo clara, con prioridades específicas, medidas a reforzar y tareas concretas por ejecutar. Esta definición permitirá a Panamá organizar internamente sus esfuerzos y avanzar de forma alineada con los estándares internacionales exigidos.

La Comisión reiteró que la próxima misión oficial podrá programarse una vez que el país haya alcanzado el nivel de preparación requerido. Si bien no se estableció una fecha determinada, se coincidió en la importancia de mantener un seguimiento constante a los compromisos asumidos y preservar el enfoque técnico que ha caracterizado esta fase del proceso.

Esta etapa de trabajo directo con los equipos técnicos europeos representa una oportunidad clave para alinear esfuerzos y avanzar de manera estructurada hacia el objetivo de lograr el reconocimiento internacional de una gestión pesquera más eficiente, transparente y sostenible.