Basura: no es problema de camiones, es fracaso del modelo
Fuente: CCIAP La “crisis de la basura” es otro triste ejemplo de las consecuencias que pagamos los ciudadanos cuando se aplican soluciones políticas a problemas eminentemente técnicos. Ciudades en todo el mundo, con poblaciones y volúmenes de desechos cientos de veces más grandes que los nuestros, resolvieron hace años el manejo de sus desechos a base de una administración profesional por parte de entidades o empresas especializadas en la materia. Y hablamos no solo de la tarea básica de recolectar desechos, sino de transformarlos en programas de reciclaje e incluso mediante la generación de energía para las ciudades. ¿Y en Panamá? En distintas variantes y desde numerosas administraciones gubernamentales se nos ha negado a los contribuyentes un servicio serio y eficiente por el hecho de imponer la politiquería, la falta de transparencia y modelos operativos del pasado que nos llevan de “crisis en crisis”. El alto precio de este fracaso lo pagamos todos: los ciudadanos que estamos viviendo en ambientes enfermos e insalubres; la empresa privada, que ve cómo cualquier esfuerzo de reactivar los negocios choca con la inoperancia de un componente tan crítico; el Estado, al que se le crean nuevas crisis como las de salud y el impacto