Fuente: Lenny Durán
Los servicios basados en conocimiento representan casi el 50% del comercio global de los servicios y aumentan a mayor velocidad que el comercio total de bienes.
Entre los principales exportadores de ellos destacan: Estados Unidos, Irlanda, Reino Unido, India y China. Y como principales importadores están Irlanda, Estados Unidos, Alemania, Países Bajos y Reino Unido. Ningún país latinoamericano aparece en ese entorno. Panamá cuenta con elementos claves para integrarse en esta transformación global, pero debe trabajar en ello.
La información forma parte de un estudio sobre los servicios basados en el conocimiento, solicitado por ProPanamá y presentado en el conversatorio “Análisis de datos: Herramientas para impulsar el Hub Logístico y la oferta de servicios de Panamá”, organizado por Georgia Tech y realizado en la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá. El evento contó con la participación del presidente de la CCIAP y miembros de la cámara.
Silvia de Marucci, directora de ProPanamá resaltó que “Panamá no puede quedarse atrás”, en un entorno global donde los servicios y, en particular, los servicios intensivos en conocimiento están ganando cada vez más relevancia.
Los principales sectores son: telecomunicaciones, informática e información, cargo por uso de propiedad intelectual, servicios personales, culturales y educativos, logística avanzada, servicios de ingeniería y un amplio sector de servicios empresariales.
El estudio revela que los servicios basados en conocimiento tuvieron un crecimiento sostenido incluso durante la pandemia. En 2022, las exportaciones mundiales en este sector llegaron a $3,300.000, representando el 10% del comercio global.
Desde entonces, el comercio de este tipo de servicios se expandió a un ritmo anual acumulado de 7.8%, mientras que las exportaciones de bienes y servicios crecían, en promedio, solamente 5.4%.
En América Latina, este dinamismo se ha hecho evidente. En 2022, la región reportó más de $86,000.000 de dólares en servicios basados en conocimiento, con países como Brasil, México, Argentina, Colombia y Costa Rica liderando el camino. “Costa Rica, por ejemplo, ha apuntado fuertemente para atraer empresas tecnológicas y formar talento, convirtiendo a estos servicios en el segundo mayor rubro de exportaciones de su país”, explicó Marucci.
Panamá con potencial, pero debe allanar el camino
El estudio indica que Panamá aparece en noveno lugar como exportador regional y que más del 60% de sus exportaciones provienen de servicios de telecomunicaciones, algo inusual. En cambio, a nivel mundial, la mayoría de las exportaciones de servicios basados en conocimiento provienen de servicios empresariales, profesionales, legales, contables, de ingeniería, de diseño.
“El potencial exportador está ahí, pero está subexplotado. Lo mismo ocurre con la innovación. Entre 2016 y 2022 se registraron apenas 38 programas de software por año como propiedad intelectual, y, sin embargo, se están viendo señales de cambio. Vemos emprendedores en videojuegos, en apps, plataformas, realidad virtual. Vemos la agilidad, pero todavía está dispersa. El ecosistema necesita cohesión, dirección y visión”, dijo.
Marucci añadió que los regímenes especiales, como las zonas blancas, el régimen de EMA o de SEM, han sido fundamentales para la atracción de la inversión extranjera y el desarrollo de servicios compartidos. Pero incluso en esos casos falta la trazabilidad. “No sabemos muy bien qué se importa, ni a quién, ni desde dónde, y esa falta de datos nos impide tener una estrategia más fina, más quirúrgica, para impulsar a quienes tienen ese potencial”.
La directora de ProPanamá indicó que el problema grave con las exportaciones es la doble imposición, y eso sucede cuando el país de destino y el país de origen le imponen un gravamen al mismo servicio. Panamá, por su cuenta, ha firmado varios convenios para evitar esa doble tributación y eso ayuda a resolver un poco el tema.
En cuanto a los servicios digitales, Panamá también destaca por su bajo nivel de restricciones, lo que representa una ventaja competitiva clara para exportar servicios remotos y por eso el país se vuelve atractivo para los nómadas digitales.
“Panamá ha mostrado señales de interés en los servicios basados en conocimiento, pero su desempeño ha sido moderado, si lo comparamos con el mundo y con el resto de América Latina. Las exportaciones crecieron, sí, pero a un ritmo más lento que el de nuestros vecinos, y aunque en 2023 superamos los $870.000.000 en exportaciones de este tipo de servicios, aún no llegamos al nivel que teníamos prepandemia”, dijo Marucci.
Entre los desafíos que enfrenta Panamá para fortalecer los servicios basados en conocimiento están ampliar las bases, diversificar la oferta e identificar a los exportadores incipientes.
