Fuente: CCIAP
En la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP) hacemos un llamado alto y claro: ¡basta! No existen razones válidas para la huelga y lo que está pasando nos afecta a todos. Las huelgas, los cierres de calles, las interrupciones… nada de eso ayuda. Al contrario, solo nos atrasa, nos divide y hace más difícil el día a día de millones de panameños que lo único que quieren es salir adelante.
Mucho se ha dicho sobre la nueva Ley 462, pero también se ha pegado mentira, se ha desinformado. La verdad es que la edad de jubilación se mantiene, tal y como estaba en la Ley 51 de 2005, no será hasta dentro de 6 años cuando una mesa técnica se siente analizar si aumenta o no la edad de jubilación y cualquier cambio tiene que pasar por la discusión y aprobación de la Asamblea Nacional.
El sistema viejo de Beneficio Definido ya no existía desde hace 20 años, y quienes estaban en ese sistema antes de 2005 u optaron por este previo a 2006, siguen en ese régimen de jubilación. Hoy, quienes se encuentran en el sistema mixto recibirán mejores pensiones, gracias al ahorro y los intereses que se generan.
No se ha privatizado nada: la mayoría de los fondos (90%) se manejan a través de bancos del Estado.
El programa especial de maestros y profesores, el PRAA, se mantiene tal y como está. Los trabajadores bananeros también siguen con todos sus beneficios. Las viudas ahora están más protegidas: antes cobraban solo hasta que se acabara el dinero de la cuenta del fallecido; ahora reciben el 50% de la pensión mensual de por vida.
Entonces, ¿Cuál es la justificación para cerrar calles y paralizar diferentes actividades estudiantiles, económicas y de la vida diaria de los panameños?
Estas acciones no están ayudando a nadie. Los productores ven cómo se pierden sus cosechas. Los turistas cancelan sus reservas. Los pequeños negocios – los que viven del día a día – se quedan sin ingresos, son los primeros en caer. Hay personas que no pueden ir al doctor, estudiantes que pierden clases y panameños que simplemente no pueden llegar a trabajar. Esto no puede seguir así.
Protestar en paz es válido. Pero bloquear calles, interrumpir la vida de otro, perjudicar al que quiere progresar… eso no es justo, eso es egoísta, eso es no pensar en el conciudadano. Eso no construye nada.
Tenemos que pensar en el bien común. En ese trabajador que quiere llegar a tiempo. En ese pequeño comerciante que no puede abrir su negocio y, por ende, cada vez más se le dificultará pagarles a los colaboradores. En la familia que quiere vivir tranquila.
Ya basta. Lo que queremos es simple: respeto, trabajo y paz.
Panamá merece seguir adelante. Y no lo va a lograr si seguimos deteniéndonos entre nosotros.