Fuente: Lenny Durán
La Semana Mundial de la Energía, celebrada en Panamá, permitió a más de 370 líderes, de 50 países y cinco continentes, compartir las experiencias y avances que han logrado, de forma individual y de manera colectiva, en el sector energético.
La Interconexión Colombia-Panamá (ICP) y el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC), con 1,800 km que conectan a seis países, son evidencia del poder de la integración regional, que multiplica la seguridad energética y reduce costos. Esta integración permite que cuando hay sequía en un país, otro exporte energía eólica o solar, lo que crea resiliencia colectiva.
En la Semana Mundial de la Energía, cuyo lema fue “Energising Connections, Powering a Healthy Planet”, las empresas y los países mostraron casos de éxito, por ejemplo, Maersk y HIF Global, que avanzan en la elaboración de combustibles sintéticos con proyectos en varios países; la experiencia de Barbados, que ya alcanzó el 100% de transporte público eléctrico y Paraguay, cuya generación de energía es altamente hídrica.
Con más de 60% de su energía renovable y un récord histórico de 97,66% de generación limpia, alcanzado en noviembre del año pasado, Panamá va en camino a lograr la descarbonización del sector para 2030, aunque para los participantes esta meta luce lejana, en muchos casos.
La infraestructura en la transmisión energética es uno de los desafíos que enfrentan Panamá y otros países de la región. En las sesiones del World Energy Week se evidenció un déficit de alrededor de $4,000.000.000 anuales en transmisión eléctrica en América Latina.
Hub News conversó con Héctor Cotes, presidente del Consejo Mundial de Energía, Capítulo Panamá, acerca de la posición del país en avance energético.
¿Qué estrategias compartidas por los países participantes se podrían implementar en Panamá para ser más efectiva la generación y transmisión eléctrica?
-Hemos escuchado diversas experiencias y también cuáles son sus retos y oportunidades. En los retos vemos temas de infraestructura en transmisión para poder hacer los proyectos, pero a la vez también las experiencias de otros países, como las de Paraguay que tiene alta generación hídrica. Eso nos permite ver cómo Panamá puede hacer algunos de estos tipos de modelos para atraer inversiones, como data centers, y centros de minería de bitcoin que pudieran ayudar positivamente a incentivar la demanda aquí en Panamá.
Se ha señalado que Panamá tiene la oportunidad de ser líder en la región de energías limpias. ¿Qué pasos deben darse para lograrlo?
-En Panamá, a través de licitaciones, podemos ir generando los espacios para que la matriz y la transición energética sean cada vez más renovables. Para eso tenemos que contar con herramientas también regulatorias y de tecnología. Ya Panamá es parte de los que son líderes de la región, pero sí, tanto Uruguay y Paraguay, que hemos mencionado, llevan varios pasos adelante y tenemos que aprender de ellos.
¿Cómo ha sido su experiencia en este foro como presidente del Consejo Mundial de Energía, Capítulo Panamá?
-Desde el Consejo Mundial de Energía estamos muy contentos de toda la diversidad de conversaciones que se han tenido aquí. Panamá ha podido demostrar cómo puede ser un hub, no solamente de energía, sino hub de ideas, donde diversas personas con sus experiencias han podido discutir, conversar y entender cuáles son las problemáticas que hay en energía a nivel global, que nosotros tenemos que atender para poder caminar para que la energía sea un vehículo para ayudar a las personas a mejorar su estilo de vida.