Un 20% de los buques que están ordenados para ser entregados en los próximos seis o siete años no cumplen con las especificaciones de las esclusas neopanamax.
Por Lenny Durán
Desde abril de este año, el Canal de Panamá ha tomado medidas para garantizar la disponibilidad de agua dulce para el tránsito de buques y el consumo humano, ante la sequía prolongada inicialmente y la disminución de lluvias por el fenómeno de El Niño.
El ajuste de calado, que implica la disminución del volumen de carga de los buques, así como el ajuste del tránsito diarios a un promedio de 32 buques por día desde el 30 de julio de este año (10 en las esclusas neopanamax y 22 en las panamax) están entre las acciones tomadas por la Administración del Canal de Panamá (ACP) para mantener la operatividad de la vía interoceánica.
Esto representa un enorme desafío para el Canal, ya que ambas medidas tendrán un impacto importante en la economía del país, debido a que por la vía interoceánica pasa alrededor de 3% del comercio mundial. La disminución del tránsito y de los volúmenes de carga genera que algunos buques opten por escoger otras rutas, lo que afectará los ingresos que aporta al PIB la ACP (6,8%).
Durante el conversatorio “Un Canal para el futuro”, Ricaurte Vásquez Morales, administrador de la ACP, destacó los retos que tiene por delante la vía interoceánica, no solo a corto y mediano plazo con el tema del agua, también a futuro, debido a que 20% de los buques que se están ordenando para ser entregados en los próximos seis o siete años no cumplen con las especificaciones que tienen las esclusas neo, lo que impulsará la migración hacia otras rutas.
“Este 20% de los buques representa 47% de la capacidad de portacontenedores que se va a desplazar de aquí hasta el año 2030 y tenemos que encontrar soluciones para poder seguir siendo una ruta relevante para el servicio del comercio internacional. Si no nos adaptamos entonces vamos a fallecer y eso no lo podemos hacer”, indicó el titular de la ACP.
Tal es el caso del buque Ever Max, con capacidad para transportar 17 mil contenedores (sería el buque más grande que puede manejar la esclusa neopanamax, dijo Vásquez Morales), el cual transitó por primera vez en el Canal el 1 de agosto, y a pesar de llevar menor carga, se vio en la necesidad de descargar contenedores en tierra para movilizarlos por vía terrestre a Colón y recargarlos en el lado Atlántico. Por esta reducción el Canal dejó de percibir $40.000 menos por peajes.
Ricaurte dijo que la etapa del tercer juego de esclusas está terminada, sin embargo el tema del agua, que es un factor externo, sigue siendo el punto álgido.
Medidas que está considerando el canal
-Mantener en rangos permitidos el nivel de intromisión de agua salada en el embalse de Gatún, del que se abastece más de 50% de la población del país.
-Adquirir y proteger la ribera oeste del Canal, para que se convierta en un corredor biológico de protección y estudiar la posibilidad de que también se convierta en un corredor logístico que complemente la operación del Canal, a través de la diversificación de las formas en que el Canal maneja la carga a través del país.
-Contar con una mayor cantidad de datos hidrometeorológicos integrados y con capacidad para analizarlos a gran escala, con el fin de mejorar la eficiencia y competitividad de la vía de navegación. -Adquirir recurso humano con nuevas competencias para enfrentar las necesidades de la industria, lo que implica reemplazar a unos 2 mil colaboradores próximos a jubilarse, al igual que la capacitación en nuevas habilidades que garanticen la competitividad y el éxito del Canal a futuro.