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Banco Mundial proyecta para Panamá un crecimiento de 6,5% este año, el mayor en Latinoamérica

El BM espera que el PIB de la región ALC aumente 2,3% este año y 2,2% en 2023. Estas proyecciones colocan el crecimiento regional entre los más bajos del mundo.  

Por: Lenny Durán

Panamá será el país con mayor crecimiento en Latinoamérica, con un aumento de 6,5% de su Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con las nuevas proyecciones del Banco Mundial (BM)

En su Informe Semestral de la Región de América Latina y el Caribe (ALC), titulado “Consolidando la recuperación: aprovechando las oportunidades del crecimiento verde”, el organismo multilateral calcula que el país crecerá 5% en 2023 y otro 5% en 2024.  

En el ranking le siguen República Dominicana (con 5% este año y 5% en 2023); Colombia (4,4% y 3,5%, respectivamente); Ecuador (4,3% y 3,1%); Bolivia (3,9% y 2,8%); Argentina (3,6% y 2,5%); Costa Rica (3,4% y 3,2%) y Guatemala (3,4% en 2022 y 2023), entre otros. 

El BM proyecta que el PIB regional aumentará 2,3% este año (0,4% menor de lo anticipado)  y 2,2% adicional en 2023, luego del rebote de 6,9% logrado en 2021. Las proyecciones ubican su crecimiento entre los más bajos del mundo. La aparición de nuevas variantes del COVID-19, así como el aumento de la presión inflacionaria y la invasión de Rusia a Ucrania, a finales de febrero, son algunos de los escenarios desafiantes que enfrenta la región. 

Crecimiento disparejo

El informe revela que la trayectoria promedio de la recuperación regional oculta grandes variaciones entre países. Por ejemplo, para finales de 2021, Nicaragua, Guatemala y Chile habían recuperado sus anteriores pérdidas, logrando crecer por encima de su nivel prepandémico. Pero otros países —particularmente México y Brasil, muy preponderantes en los promedios regionales debido al tamaño de sus economías— aún no han recuperado o apenas alcanzan sus niveles anteriores. 

ALC tiene una inflación que oscila en torno a 7%, mientras que para las economías avanzadas el BM prevé una inflación mayor, impulsada por la presión de los productos primarios y la menor actividad económica mundial debido a la agresión rusa hacia Ucrania. 

“Nos encontramos en un entorno mundial de gran incertidumbre, que podría impactar en la recuperación post pandemia. No obstante, a largo plazo los desafíos del cambio climático serán aún más apremiantes, lo que nos obliga a avanzar de forma urgente hacia una agenda de crecimiento más verde, más inclusiva y que eleve la productividad”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

La vacunación marcó la diferencia 

El BM recuerda que la solidez de la recuperación económica en la región varía significativamente según el país y sigue siendo susceptible a los cambios. Destaca que naciones con un alto nivel de vacunación, como República Dominicana, experimentaron una recuperación de su industria turística. 

El informe refleja además el impacto positivo de la normalización de las actividades en el ámbito económico y social, aunque persisten las secuelas a largo plazo de la pandemia, las cuales necesitan atención. El BM advierte que las deficiencias de aprendizaje por la suspensión de las clases podrían resultar en una reducción de 10% en los ingresos futuros de millones de jóvenes en edad escolar. 

Desde el comienzo de la pandemia la tasa de pobreza en la región aumentó a 27,5% el año pasado y permanece por encima de su nivel previo a la COVID-19, de 25,6%. 

En su informe, el BM destaca que es imperativo poner en marcha una serie de reformas a favor del crecimiento en infraestructura, educación e innovación, y las inversiones más importantes deben financiarse a través de un gasto más eficiente y mayores ingresos fiscales. “Estas reformas tan necesarias deben responder a los grandes acontecimientos que están configurando la economía mundial, incluido el cambio climático”, señala. 

Crecimiento más lento en las economías avanzadas

El organismo multilateral indica que aunque los precios de los productos primarios se mantienen firmes, el crecimiento en China y en las economías avanzadas es más lento que antes de la pandemia, frenando la demanda de exportaciones de la región, mientras que las tasas de interés a nivel mundial aumentan hacia sus niveles de largo plazo.

El riguroso confinamiento en China, resultado de un nuevo brote de COVID-19, desacelerará la economía de ese país y exacerbará los retrasos aún no resueltos en las cadenas de valor.

Poco aporte de la ALC al cambio climático

El informe también agrega que los países de ALC perdieron el equivalente a 1,7% de su producto interno bruto anual a causa de los desastres relacionados con el clima, y que la región no contribuye de forma significativa al cambio climático. ALC aporta alrededor de 8% de las emisiones anuales y produce un nivel relativamente pequeño de emisiones per cápita respecto a otras regiones (Asia Oriental y Pacífico, 38%; Europa y Asia Central, 16%; América del Norte, 14%; Asia Meridional, 9%; Asia Subsahariana, 8% y Oriente Medio y Norte de África, 7%).

 “Si bien ALC está bien posicionada para aprovechar el incipiente Orden Mundial Verde, son muchos los desafíos y obstáculos que puede superar. El giro hacia una economía baja en carbono requiere de una planificación a largo plazo, políticas creíbles, instituciones fuertes y un cumplimiento adecuado, así como la creación del capital humano, físico, empresarial y administrativo necesario. Es fundamental que la región cuente con los conocimientos y capacidades técnicas necesarias para adoptar las nuevas tecnologías e innovar en términos de políticas, financiamiento, modelos empresariales e investigación y desarrollo científico”, recomienda el informe del BM.

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