Fuente: CCIAP
En Panamá, pocas cosas nos unen tanto como el reconocimiento sincero a las madres. No importa de dónde vengamos, en qué trabajemos o qué camino hayamos tomado: todos tenemos una historia marcada por la influencia de una mujer que nos enseñó, a su manera, a enfrentar la vida con valentía. Y hoy, en el Día de la Madre, queremos detenernos un momento —en medio del ritmo acelerado de nuestro país— para rendir un homenaje que sentimos necesario.
Porque las madres son el primer motor de la sociedad. En ellas nace esa mezcla de disciplina, empuje y convicción que después vemos reflejada en la fuerza laboral panameña, en nuestros emprendedores, en nuestros estudiantes y en quienes toman decisiones que marcan el rumbo del país. Las madres son el núcleo de las familias y las familias son el centro de las sociedades.
Desde la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, lo vemos todos los días. Detrás de cada empresa, grande o pequeña, detrás de cada negocio que abre sus puertas con ilusión, suele haber una historia que empezó en una mesa familiar, con consejos sabios, con apoyo incondicional o con el ejemplo silencioso de una madre que nunca se rinde. Porque las madres, incluso en las circunstancias más difíciles, tienen esa capacidad inagotable de empujar hacia adelante, de encontrar luz donde otros ven incertidumbre y de recordarnos que rendirse no es opción cuando se trabaja por quienes uno ama.
Y es imposible no pensar en lo que eso significa para el país. Mientras discutimos sobre educación, competitividad,o productividad, conviene recordar que esos grandes temas empiezan en la casa. Ahí se aprende el valor del esfuerzo, el respeto, la honestidad y la responsabilidad. Ahí se siembra el carácter de los futuros ciudadanos, profesionales, empresarios y servidores públicos. Ahí, en ese espacio íntimo que ellas sostienen con entrega admirable, se forja el Panamá del mañana.
Por eso hoy queremos dedicarles un mensaje claro y directo: gracias. Gracias por sostener sus hogares cuando la vida se complica. Gracias por celebrar los triunfos de sus hijos como propios y por convertir las caídas en lecciones. Gracias por enseñar con el ejemplo, por mantener vivos los valores que nos definen como nación y por recordarnos, todos los días, que el amor también es una forma de liderazgo.
Y por eso, aunque celebramos oficialmente su día, en realidad a las madres se les celebra todos los días del año. Cada amanecer trae una nueva oportunidad para honrar su dedicación, su entrega silenciosa y el amor que sostiene a nuestras familias. No basta con un día en el calendario: su impacto es diario, profundo y permanente, y así debemos reconocerlo.
A todas las madres de Panamá, de parte de la Cámara, gracias por construir, desde sus hogares, un mejor país.
Feliz Día de la Madre.
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