Fuente: CCIAP
Han pasado ya unos días desde aquel martes que nos puso el corazón a mil y nos recordó lo que somos como país. La emoción sigue viva porque “la Sele” nos regaló un triunfo que marca historia: Panamá, otra vez, rumbo al Mundial. Ese pase al 2026 sigue siendo tema de conversación en todos lados, y con razón, No es cualquier logro, es un orgullo que nos une.
Y es que este triunfo confirma algo que venimos diciendo: Panamá lo tiene todo. Tenemos talento, disciplina, corazón y, sobre todo, la capacidad de levantarnos después de cada caída. Lo que vimos ese martes no fue casualidad, fue el resultado de años de esfuerzo, aprendizaje, golpes que dolieron y recuperaciones que nos fortalecieron.
Pero lo más poderoso no ocurrió solo en la cancha, ocurrió afuera, en las calles, en los barrios, en cada casa donde los panameños nos unimos a apoyar. Dejamos por un rato las críticas destructivas, la negatividad y el pesimismo… y apostamos por lo nuestro. Cuando hacemos eso, el país cambia, y cambia para bien.
Desde la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá celebramos este logro porque nos demuestra que el espíritu de equipo sí funciona. Así como la Sele clasificó unida, así mismo podemos mover al país hacia adelante: trabajando juntos, respetando los procesos y creyendo en nuestras capacidades.
Este triunfo llega en un momento clave, cuando Panamá necesita recordar su fuerza y su potencial. Si como nación apoyamos, si concentramos energía en construir, y si remamos en la misma dirección, podemos llevar a Panamá tan lejos como a nuestra selección… o más.
A casi una semana de ese martes que sacudió al país entero, seguimos celebrando. Pero también seguimos aprendiendo. Porque si la Sele nos enseñó algo, es que cuando Panamá se une, Panamá gana. Y este triunfo lo confirma: Panamá lo tiene todo. Tenemos talento que compite con cualquiera, una juventud que no se rinde, una población trabajadora, un país que conecta al mundo y una identidad que nos hace únicos. Tenemos la garra para levantarnos, la creatividad para resolver, la energía para construir y la determinación para seguir adelante, incluso cuando el camino aprieta. Lo que nos falta no es capacidad: es unirnos más seguido, apoyando lo nuestro. Porque cuando Panamá se une, y pone lo mejor de sí sobre la mesa, no hay duda: podemos llegar tan lejos como queramos.
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